Por obligación auto impuesta de intentar crear algo tangible, desde cero. Por casualidad escogimos las camisetas como soporte ideal para plasmar nuestras inquietudes (y también las quietudes). El comienzo fue en 2015 año arriba, año abajo.
La única premisa fue hacer algo por puro placer, pasarlo bien y ponerle todo lo que hiciera falta para que, con mucha suerte, algún día pudiera vivir de algo así. Y "de repente", se convirtió en una forma de vida.
Diseñar y estampar para nosotros y nuestros amigos, y quizás, con suerte, a alguien más le gustaría lo que hacíamos.
Nos gusta el diseño y nos gustan las camisetas, así que decidimos unir estos dos puntos por medio de la serigrafía. Así es como empezamos con esto.
Después de más de una década trabajando en el mundo del diseño gráfico y algo cansados de trabajar frente a la pantalla, decidimos escoger un camino más "analógico", habíamos pasado demasiado tiempo sin mancharnos las manos.
La serigrafía es una técnica de reproducción milenaria que apenas ha evolucionado en lo esencial. Nos atrae el buen hacer de los artesanos de siempre, queríamos ceder el protagonismo a la destreza manual y a la práctica por encima de la impaciencia de las nuevas tecnologías. Volver a caminar despacio.
Empezamos en un trastero sin ventilación ni luz natural. Nos hicimos nosotros mismos la "maquinaria" necesaria para hacer las primeras aberraciones. Algunos buenos amigos nos demostraron creer más en chorlito que nosotros mismos y nos confiaron encargos para sus propios proyectos. Poco a poco, y a base de varios miles de camisetas, fuimos mejorando nuestras capacidades y nuestro espacio de trabajo.
Hemos realizado numerosas colaboraciones con diferentes organismos, empresas, colectivos, asociaciones, bandas de música, etc., que nos han permitido conocer gente increíble, participar en proyectos preciosos, pulir la técnica y también autofinanciarnos.
Ahora contamos con un taller muy cómodo para trabajar y, creemos, muy agradable para visitar. Tenemos maquinaria profesional que nos facilita las cosas. Seguimos aprendiendo cada día, seguimos con la ilusión intacta, mirando al presente y sin pensar demasiado en el futuro.
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